lunes, 1 de octubre de 2012

Mis días en el sur

Los últimos días de la temporada de esquí, me fui para el Sur, pasé una semana de mucha paz a orillas del Lago Nahuel Huapí, en Villa La Angostura. Menos esquiar hice de todo (fui al lago, leí, medité, dormí, escalé, corrí, respiré profundo, elongué, y disfrute a pleno de la calma mágica de la naturaleza). Aquí les dejo algunas fotos y algo que escribí sentada frente al lago.

Estoy sentada sobre la arena rocosa, a orillas del lago Nahuel Huapí. El tiempo aquí no existe, las horas no cuentan, sólo me inquieta el agua, el sol, el viento y las montañas. Los árboles callados se asoman y dejan que mis ojos sigan gozando de tanta magia, de tanta grandeza. Acá la paz es solemne y fuerte, es plena y es bruta. Y, a mí, que no me atrae lo perfecto, esta vez me animo a decir, que la naturaleza es toda perfecta, y me impacta. Respiro profundo y mi alma se llena de un aire lento y puro. Quiero llevarme conmigo esta gran paz que el universo y Dios, como un secreto, me regalaron estos días. Me llevo su calma, me guardo para siempre las caricias del lago transparente. 
La naturaleza es inmensa, es generosa, es amable, es pura, es simple. Esto es todo lo que quiero tener. 
     Ana Inés Gil












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